LOGOSISTÉMICA
Como introducción a Logosistémica, se ofrece las siguientes opciones:
1 Anexo sobre Metodología Logosistémica del libro IA - Ética, Androides y Humanidad y desde un ejemplo centrado en Economía. Accesible directamente o descargable en PDF (9 págs.)
2 Documento sobre Filosofía Logosistémica, descargable en PDF (26 págs.)

Anexo del libro IA - Ética, Androides y Humanidad
Metodología Logosistémica
Logosistémica es una metodología para el desarrollo y expansión del conocimiento. Logos, por el uso de la razón para la consecución de ese objetivo y Sistémica porque se inspira en la Teoría General de Sistemas. Puede ser una herramienta especialmente útil para el desarrollo de la Consciencia Superior humana, la constituida por los conceptos e ideas más intangibles (libertad, felicidad, amor, humanidad, ética, política, justicia…) relacionados con la filosofía, la psicología y las ciencias humanas en general. Y que diferenciamos de la Consciencia Inferior, más centrada en la realidad más tangible del mundo físico y que es objeto de estudio de las llamadas ciencias duras (Física, Química, Matemáticas, Ingenierías…) cuyo fruto o resultado es la tecnología.
A partir del establecimiento de la metodología científica, las ciencias físicas y la tecnología han experimentado un desarrollo espectacular en los últimos doscientos años. Mientras que las ciencias humanas y sociales quedaban rezagadas en su desarrollo por carecer de una metodología igualmente efectiva. Un desfase o desequilibrio que es una de las causas más profundas de que las tecnologías más poderosas, como la nuclear, la biotecnología o la propia Inteligencia Artificial se puedan convertir en amenazas para la humanidad. Pues sólo su utilización desde principios éticos bien establecidos, aceptados y compartidos por todos, puede permitirnos su control y orientación hacia el bien común. Sin embargo, esto no es así, porque no contamos todavía con una ética de esas características.
El actual desequilibrio entre el desarrollo de las Ciencias duras y la tecnología en relación a las Ciencias humanas y sociales, es la causa principal de que las nuevas tecnologías se puedan convertir en amenazas para la humanidad
Históricamente, el desarrollo de la ética ha correspondido a la religión y la filosofía. La primera se encuentra muy limitada por los llamados dogmas de fe para el desarrollo de nuevos conocimientos, además de estar muy fragmentada en múltiples sistemas de creencias religiosos, que nos ofrecen perspectivas éticas también diferenciadas. Por su parte, la filosofía se basa en la duda y el debate permanente, lo que no permite alcanzar el necesario consenso que la permita avanzar y ofrecer las respuestas y soluciones que el mundo ahora necesita ante el desafío de las nuevas tecnologías y los grandes cambios que se avecinan. De forma que, a diferencia de lo que sucedió en el pasado, en el que la filosofía abanderó los cambios que impulsaron la civilización, desde Grecia y Roma al Renacimiento y la Ilustración, en la actualidad no es así. Justo cuando más se la necesita, en el que ya se percibe como un momento crucial en la historia de la humanidad.
Entre los factores más importantes que ha permitido el impresionante desarrollo de la Ciencia y la tecnología en los últimos siglos, podríamos citar los siguientes:
- El lenguaje común de las matemáticas y los números, que permite a los científicos entenderse entre ellos, por encima de la diversidad de lenguas, culturas o sistemas de creencias de los que proceden.
- Partiendo de ese lenguaje, la formulación matemática les permite desarrollar teorías que todos pueden entender y compartir.
- La metodología científica permite que sean sometidas al contraste y opinión de otros investigadores, para ser inicialmente validadas.
- La prueba empírica es la más valorada, para lo que se conciben y realizan experimentos que permitan probar las citadas teorías.
- La Ciencia se basa en el consenso sobre esas teorías, aunque todavía no hayan sido probadas empíricamente. Quedando siempre abiertas a revisión, para cuando surjan nuevos datos o experimentos las puedan refutar o perfeccionar.
- Sobre la base de esas teorías, los investigadores siguen construyendo los nuevos avances de la Ciencia y la tecnología, incluso en los casos en los que los conocimientos sobre esas materias no se hayan desarrollado completamente, como sucedió en el pasado con la electricidad o en nuestro tiempo con las tecnologías basada en Física Cuántica.
Por su parte, la filosofía actual carece de un lenguaje compartido equivalente al de los números. Así como el debate filosófico no busca alcanzar ningún tipo de consenso sobre sus tesis, sino que se basa en la duda y el debate permanente. Ni tampoco considera la posibilidad de concebir pruebas empíricas que puedan probar dichas tesis.
La Filosofía Logosistémica es disruptiva por su metodología y práctica en su aplicación, desde una ontología y epistemología que podrían resultar muy adecuadas para dar respuesta a las grandes cuestiones y retos de nuestro tiempo
La Filosofía Logosistémica es disruptiva, en respuesta a los desafíos, también disruptivos, que nos presentan las nuevas tecnologías, como la propia Inteligencia Artificial. Por lo que, a diferencia de la filosofía clásica, la Logosistémica ofrece un lenguaje, basado en conceptos esenciales, que puede ser entendido y compartido por todos. Un debate que se orienta a un resultado o tesis final que debe ser consensuada, aunque no lo sea por unanimidad. Quedando siempre esa tesis abierta a revisión, cuando se aporten datos o argumentos que la puedan refutar o perfeccionar. Así como también se procurará concebir experimentos que puedan someterla a prueba con los mismos fines.
La metodología Logosistémica puede ser, para el desarrollo de las Humanidades, el equivalente a lo que fue la metodología científica para el desarrollo de la Ciencia y tecnología
Siendo tan distinta en sus bases y planteamientos a la filosofía clásica, ¿Podría esta nueva metodología ser considerada filosofía? Si nos atenemos a la esencia y etimología de la palabra, entendemos que sí. Pues, así como, hace dos mil quinientos años, Sócrates estableció la metodología mayéutica y el diálogo como vías para la expansión de nuestra Consciencia, igualmente los pensadores de la actual generación humana, pueden plantear una nueva metodología, que complete y complemente la socrática, para seguir avanzando en el desarrollo de nuestra Consciencia Superior y de una ética que nos permita superar los grandes retos plantados por la Inteligencia Artificial, la biotecnología y las nuevas tecnologías que llegarán en el futuro.
La Filosofía Logosistémica tiene una fuerte componente ontológica, basada en los Esenciales, de los que hablaremos seguidamente, y cuya epistemología se desarrolla en Pares, Tríadas y Cruces. Conformando una estructura que se corresponde con la propia del conocimiento y el aprendizaje en la mente humana, facilitando así la comprensión y la interiorización del conocimiento. Pues vivimos inmersos en un Universo de Formas y Relaciones de las que las redes neuronales son sólo un reflejo. Si observamos la realidad que nos rodea, en todos los Sistemas encontraremos que se replica este modelo. Como en las fuerzas gravitatorias que relacionan a los astros, sistemas solares y galaxias entre sí, o en las relaciones interpersonales entre individuos o los de las distintas especies entre sí en el seno de un ecosistema. También podemos verlo en la propia estructura de nuestras ciudades, constituidas por distintas edificaciones o manzanas, conectadas entre sí por calles y avenidas. Y en las propias redes de suministro que les proveen energía, agua y otros servicios, en una amplia red de conexiones que enlaza centros de producción y de redistribución con los consumidores finales. O en la red de Internet con sus propios Hubs de comunicaciones. Y hasta en la propia estructura del lenguaje, con sujetos y predicados enlazados entre sí por verbos o como sucede con los párrafos unidos por los llamados conectores. Y, por supuesto, las redes neuronales de nuestro cerebro, con miles de millones de neuronas y las sinapsis que las conectan.
Las redes neuronales de nuestro cerebro tienen su correspondencia en las redes de Esenciales de conocimiento logosistémico para la expansión de nuestra Consciencia
Entre los distintos conceptos, llamados Esenciales en Logosistémica, se establecen conexiones o vínculos, de manera parecida a los establecidos por las sinapsis entre las neuronas. Creándose auténticas redes de conocimiento en base a esa red de conexiones, reflejando la propia estructura de la red neuronal. La estructura básica de un Esencial logosistémico es la que relaciona un determinado concepto con otro concepto o idea que representa su propia esencia. Pongamos por ejemplo, la palabra o idea de Economía. Si queremos saber qué es o significa, nos podemos remitir a una, o varias, de las diferentes definiciones para este término. Samuelson y Nordhaus, conocidos economistas y autores del libro Economía, la definen como El estudio de la manera en que las sociedades utilizaran los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos. Por su parte, en el diccionario de Economía de Simón Andrade, se define como La recta y prudente administración de los bienes y recursos. De una forma más completa, incluyendo las anteriores, se podría definir como La manera o el modo en que las sociedades, las empresas o familias gestionan sus recursos escasos para satisfacer las necesidades materiales de sus miembros y de la transformación de los recursos naturales en productos y servicios finales que son distribuidos y/o usados por los individuos que integran esos grupos humanos. El eje alrededor del cual giran todas las definiciones de Economía es la gestión de los recursos disponibles, considerados siempre como escasos, por resultar insuficientes para unas necesidades y deseos que acostumbran a ser ilimitados en el ser humano. Pero, ¿Sería posible resumir o sintetizar, en una sola palabra, todos esos conceptos e ideas, expresados con tantas palabras, en las distintas definiciones que acabamos de ver? Puede parecerte todo un reto conseguirlo. Pero, precisamente, es la condición que se exige para configurar un Esencial en filosofía logosistémica, como antes hemos explicado. Lo que requiere encontrar la palabra, concepto o idea que mejor expresa la esencia misma de la Economía:
Economía es Eficiencia
Si lo pensamos, nos daremos cuenta de que la clave o esencia de la gestión de los recursos en Economía es la Eficiencia. Entendida como el mejor aprovechamiento posible de los recursos entrantes o disponibles, para alcanzar los objetivos de producción o de acumulación de capital que son propios de la Economía. Cumpliendo así también ese par de conceptos Esenciales enlazados, la segunda condición que nos exige Logosistémica, su validez universal. Es decir, que la Eficiencia pueda ser considerada como clave o esencia en todos los ámbitos en los que podamos aplicarla. Una condición que también se cumple en este caso, sirviendo por igual para la economía de un país, de una gran corporación, una pequeña empresa, un ayuntamiento o una familia, por sólo citar algunos ejemplos.
Los Esenciales de cada concepto o idea reflejan su propia esencia o síntesis, debiendo ser de validez universal en su aplicación a distintas áreas o ámbitos
Los Esenciales, así formulados, se completan en Logosistémica, conectándolos con otros conceptos centrales implicados en los procesos económicos, configurando lo que conocemos como racimos de Esenciales. Y que pueden incluir tantos conceptos como queramos, relacionados con el principal, contribuyendo así a una mejor comprensión del mismo. Pero, al mismo tiempo, cuando más corto sea el racimo creado para conseguirlo, más valioso se considera. Siendo así que el relativo a Economía podría ser como sigue:
Economía es Eficiencia
Eficiencia es Sostenibilidad
Sostenibilidad es Economía
Poniendo así de relevancia que la Sostenibilidad es la razón de ser de la gestión económica. Porque la gestión ineficiente de los recursos disponibles conduce a su agotamiento y, con ello, a la extinción. Una visión que es igualmente válida para una empresa, un país o una familia, pudiendo una empresa generar grandes beneficios bajo la dirección de un buen CEO o terminar en la quiebra en manos de uno incompetente, así como un país puede ser próspero o caer en default o una familia ser lograr un elevado nivel de vida o acabar en la pobreza. En la actualidad, esta idea es igualmente de aplicación a la insostenibilidad de nuestro modelo económico para el planeta, con el agotamiento de los recursos naturales y el daño a los ecosistemas y ciclos vitales que permiten la vida en la Tierra. Porque Sostenibilidad equivale a Conservación. Y el opuesto de la Conservación es la Destrucción. Lo que nos da una idea de la enorme importancia de una adecuada gestión económica de los recursos, a todos los niveles de la existencia. Y que nos lleva a preguntarnos ¿Qué fuerzas pueden estar implicadas en el logro de nuestros objetivos de eficiencia económica?
Los pares, o polos de poder y fuerza logosistémicos, son el siguiente nivel en la estructura de esta escuela de pensamiento, en referencia a la dinámica de las espirales que configuran toda forma de existencia en el Universo de polaridad en que vivimos. En el ejemplo de Economía que estamos siguiendo, los pares nos darían explicación a la dinámica de las fuerzas económicas. En un nivel muy básico, un par podría ser el configurado por el Capital, como centro de poder, y el Trabajo como fuerza motora que permite la acumulación de capital. Uno y otro polo están en permanente retroalimentación, generando espirales de crecimiento o de declive. Para que se entienda mejor, imagina que un joven recibe una herencia en dinero que, aunque no es mucho, le puede permitir abrir un pequeño negocio. Si su modelo de negocio es bueno y trabaja tanto como sea necesario, generará muchos más ingresos que gastos, incrementando así su trabajo y el de sus empleados, la cantidad de capital disponible. Con un capital mucho mayor, ese joven puede atreverse a abrir un negocio más grande, cuyo mayor potencial le permite incrementar todavía más su fortuna personal y así sucesivamente, en una espiral ascendente de crecimiento. Imaginemos ahora que, aunque la idea era buena, esa persona es irresponsable y no trabaja lo suficiente, o que se equivocó al elegir el modelo de negocio o una adecuada ubicación para el mismo y, aunque trabaja mucho, cada mes cierra con pérdidas. En ambos casos, su capital disponible se reduce cada vez más, en una espiral de retroalimentación negativa, por la que su capital se verá cada vez más reducido. Reduciendo también su margen de maniobra para hacer inversiones extra, que puedan ser necesarias para reflotar el negocio o para rediseñarlo y ser más eficiente. Y que nos devuelve a la pregunta que antes nos habíamos planteado, ¿Cuáles son los principales factores que determinan el éxito o el fracaso en nuestros objetivos de eficiencia económica?
En el Universo de polaridad en que vivimos, la realidad se configura en torno a dos polos en retroalimentación, cuya dinámica toma la forma de espirales en expansión o contracción
La política económica y los factores de producción, son los polos logosistémicos del poder y la fuerza que determinan la eficiencia en Economía. En el ejemplo anterior, la primera sería la idea o modelo de negocio elegido por aquel joven, mientras que la segunda sería la ejecución física de aquella idea. Ya hemos visto que los fallos o déficit en cualquiera de ellas terminaba por generar pérdidas y llevarle a la quiebra. Lo mismo que ocurre con la economía a mayor escala, en los países o en las grandes corporaciones. La política económica aplicada por un CEO a su empresa o por un gobierno a la economía de su país, son determinantes para su éxito o fracaso. Así como también a nivel de los modelos económicos, como el capitalismo o el comunismo. Siendo así que este último fracasó, precisamente, porque el modelo de economía planificada era muy ineficiente en comparación con el modelo de economía de mercado. Llegados a este punto, conviene destacar la incorporación a la ecuación económica de un nuevo vocablo: Política. La que estamos empezando a ver que está fuertemente relacionada con la Economía. Y, entonces, quizás nos deberíamos preguntar ¿Qué es Política? En su origen etimológico, se refiere a la gestión de la Polis, las ciudades de la antigua Grecia. Según el diccionario Oxford, sería la Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente los Estados. De una manera más amplia, se podría definir como una Actividad orientada a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos. Por su parte, como sabes, la Filosofía Logosistémica nos exige sintetizar la esencia misma de la Política en una sola palabra. La que bien podría ser la siguiente:
Política es Estrategia
Toda forma de política consiste en el establecimiento de una Estrategia o camino para alcanzar un determinado objetivo o destino. Y que, en cumplimiento de condición de validez universal también exigida en Logosistémica, es de aplicación a la dirección Política de un Estado, como a la de una empresa, un equipo deportivo o cualquier grupo humano. Siendo así que podemos hablar de la política económica de un gobierno, como de la política de personal, la de ventas o la de compras en una empresa, la política de admisiones de nuevos socios en un club o cualquier otra en organizaciones y grupos humanos. Si siguiéramos desarrollando este enfoque, surgirían otros conceptos relacionados con este, como los de Expansión, Equilibrio o Estabilidad. O como los de Libertad, Igualdad, Justicia Social, Incentivo o Protección, que veremos más adelante. Siendo así como se despliega la red de relaciones entre Esenciales que antes comentábamos que tomaba una forma parecida a la de la red neuronal de nuestro cerebro. Siendo este uno de los motivos por los que el pensamiento logosistémico permite una mejor y más rápida comprensión de conceptos e ideas complejas y, particularmente, las relacionadas con los conceptos intangibles que configuran nuestra Consciencia Superior. Otra razón, es su mayor potencial de memorización e interiorización, de nuevos conocimientos.
La metodología Logosistémica permite una mejor y más rápida comprensión e interiorización del conocimiento
En neurociencias está muy probado que nuestra capacidad de memorización está fuertemente influida por las emociones vividas en el proceso de aprendizaje. De manera que recordamos toda la vida eventos que tuvieron un fuerte impacto emocional en nosotros, mientras que otros que no lo tuvieron los olvidamos fácilmente. Pudiendo así establecer una clara relación entre mente y corazón para la eficiencia en el proceso de aprendizaje. Y, todavía más importante, para su interiorización. Porque una cosa es comprender y otra poner en práctica lo aprendido, lo que sólo es posible cuando lo hemos interiorizado completamente. Los publicistas lo saben bien, de forma que siempre tratan de mover nuestras emociones como la vía más directa para incitarnos a comprar un determinado producto o servicio. Si se dirigieran a nuestra mente, los mensajes publicitarios se concentrarían en darnos razones lógicas, como ventajas en la composición del producto y sus posibilidades de uso… pero no lo hacen así, sino dirigen directamente sus mensajes hacia la activación de nuestras emociones. En política, los lemas como el famoso Yes we can permitieron que Barack Obama se convirtiera en el primer Presidente de raza negra en Estados Unidos. Fíjate bien, cuanto más corto el mensaje, más impactante. Porque no somos máquinas que, como nuestros ordenadores, puedan recordar todo cuanto les introducimos en su memoria. La mente humana trata de lograr la máxima eficiencia resumiendo, compactando y sintetizando la información recibida. Así, tras escuchar una larga conferencia o tras leer un libro de quinientas páginas, nos solemos quedar con unas pocas ideas, entre toda la argumentación del autor o del conferenciante. Quizás, una, dos o tres, que nos han llamado la atención. Eso es lo que recordaremos, todo lo demás desaparece, se desvanece. Podemos pasarnos toda una tarde dándole argumentos a un amigo para animarle y transmitirle confianza ante un determinado reto o desafío, pero, seguramente, será mucho más efectivo si nos dirigimos directamente a su corazón, transmitiéndole, con toda la carga emocional necesaria, mensajes como “Querer es Poder”, “Si tú quieres, lo puedes conseguir” o “Sólo tienes que desearlo con todas tus fuerzas”. Por este mismo motivo, porque los Esenciales son cortos e impactantes, es que nos permiten lograr más fácilmente la interiorización del conocimiento que nos transmiten. Y, por supuesto, una vez interiorizada la síntesis o esencia de ese Concepto o Idea, siempre podremos someterla a un análisis más detallado para expandir y desarrollar ese conocimiento. Llegando así mucho más lejos en ese desarrollo, de lo que hubiéramos logrado sin haber entendido e interiorizado perfectamente su esencia.
Las Tríadas nos muestran la estructura constitutiva de un concepto y su sentido evolutivo, actuando como fórmulas para su configuración
A los Esenciales y los pares, les suceden las Tríadas en la estructura logosistémica. Un conjunto de tres Conceptos o ideas sobre los que se levanta el concepto principal que, en el ejemplo que venimos presentando, sería el de Economía. A lo que cabe añadir que las Tríadas tienen una llamada Estrella Guía, entendida como el Ideal que guía y sirve de inspiración a los anteriores. Así como el triángulo es la forma geométrica más simple con la que se puede construir una forma, de la misma manera las Tríadas nos proporcionan las claves para crear o construir aquello que deseamos, actuando como fórmulas para la consecución de los resultados deseados. En consecuencia, si nos referimos a la Prosperidad material, como resultado de la Eficiencia económica, no podemos dejar de hacerlo en relación a la Tríada Logosistémica completa de Valores que la hacen posible:
Austeridad – Trabajo – Estrategia * Honestidad
De manera que, el resultado final de prosperidad y acumulación o superávit económico, será proporcional al nivel de intensidad con el que estén presentes sus elementos constitutivos.
En la base de la Tríada, la Austeridad representa la relación entre el input y el output de energía que, a nivel económico, se traduce en el mínimo gasto para obtener el máximo diferencial de ahorro en relación a los ingresos, permitiendo así la acumulación de capital. Pues, hasta una boyante mina de oro puede quebrar debido a una mala gestión que desequilibre esa balanza o balance económico. En el centro, el Trabajo es el motor que mueve la economía, generando riqueza, reconociendo el hecho de que la laboriosidad y la productividad son una pieza fundamental para la prosperidad material. Pero, de poco o nada servirá que trabajemos y nos esforcemos mucho, si lo hacemos en la dirección equivocada, resaltando la enorme importancia de la Estrategia o Política económica para alcanzar nuestros objetivos de Prosperidad material. Por encima de todas ellas, la Estrella Guía de la Honestidad, destaca la importancia fundamental de este valor para el correcto desarrollo de las relaciones económicas y de la propia economía de los países. Como se pone en evidencia por los gravísimos perjuicios causados por la corrupción política, la inseguridad física por causa de la proliferación de la delincuencia y/o por la extensión de prácticas de estafas o impagos premeditados entre los agentes económicos y/o cuando no se dan unas mínimas condiciones de seguridad física o jurídica. Siendo así que el juego limpio en las relaciones económicas y la confianza que genera es clave para la inversión y la generación de riqueza. Porque, más allá de que los pueblos puedan contar con mayores o menores riquezas naturales en su territorio, lo que determina su prosperidad y crecimiento económico son los factores representados en la Tríada. Y de la misma manera para cualquier grupo humano o individuo. Siendo así que las Tríadas son fundamentales para nuestro mejor entendimiento de cualquier idea o concepto, como los de Economía, Política, Prosperidad, Amor, Salud, Felicidad, Espiritualidad, Ciencia, Inteligencia o cualquier otro intangible fundamental de cuantos nutren nuestra Consciencia Superior.
Finalmente, las Cruces logosistémicas representan el Campo de Juego en el que se desarrolla cada uno de los citados conceptos fundamentales o esenciales. Las que, como si se tratara de un mapa, nos permiten ubicar dónde nos encontramos y elegir más conscientemente nuestro mejor destino posible, determinando después el camino o estrategia más adecuado para alcanzarlo. Y no sólo nuestra posición, sino también la de otros actores presentes en ese Campo de Juego, como pueda serlo el de una nación, un sector económico, un determinado mercado de valores o una liga deportiva.
Las Cruces logosistémicas nos permiten ubicar nuestra propia posición en los distintos Campos de Juego de la vida, así como identificar nuestro mejor destino posible y la estrategia o camino más directo para alcanzarlo
Llegados a este punto, es importante resaltar que los conceptos clave establecidos para cada una de las Cruces, Tríadas, Pares o Esenciales, en cada uno de los posibles temas, son los resultantes del consenso tras un debate logosistémico previo. De tal manera que, como ocurre con la Ciencia, ese consenso no los convierte en verdades absolutas, sino sólo en una referencia o punto partida para el desarrollo y la expansión del conocimiento en dichos temas. Las cruces se despliegan entre un eje vertical, jerárquico o evolutivo, entre sus polos inferior y superior y un eje horizontal o de equilibrio entre opuestos. Para el caso de la Economía, la Cruz logosistémica sería la siguiente:
La Economía colectiva ocupa el polo jerárquico superior, siendo el centro de Poder que se nutre con la Fuerza de las aportaciones de las Economías individuales de los ciudadanos y las empresas. Resultando de ello que la primera es el resultado de la suma de la diversidad de estas últimas. Y, a su vez, las economías individuales encontrarán un entorno más seguro y favorable en economías prósperas que en las empobrecidas. De manera que, por ejemplo, en economías en plena expansión, el éxito en los emprendimientos empresariales resulta mucho más fácil que cuando esas mismas economías entran en crisis. El polo superior representa también el del liderazgo o gobierno desde el que se establecen las políticas económicas, que tanta influencia tendrán en favor o perjuicio de los distintos agentes económicos. Una política económica que, a nivel macro, debe encontrar el equilibrio entre los extremos de la Libertad individual y de la cohesión o Igualdad a nivel colectivo, que se traducen en políticas de Incentivos para los emprendedores y de Protección social para los más desfavorecidos. La libertad y los incentivos son vitales para estimular y premiar a los emprendedores que mueven el motor de la economía con sus inversiones, conocimientos y trabajo. Por otra parte, una insuficiente redistribución de la riqueza generada, provoca mayores desigualdades y una fractura social que termina aflorando en forma de conflictos sociales, laborales y de todo tipo que socavan la paz y estabilidad que son base para lograr una economía próspera. Saber encontrar el punto de equilibrio entre uno y otro extremo, en cada contexto económico, es clave para el éxito de cualquier política económica.
La Economía ha sido el concepto que hemos tomado como ejemplo para dar a conocer el funcionamiento y metodología del pensamiento logosistémico, la forma en que se desarrolla y que es la misma para cualquier concepto o idea intangible de cuantas conforman nuestra Consciencia Superior, como ya hemos explicado y que es el rasgo o característica distintiva de los seres conscientes. Siendo de esta de la que emana la ética que guía nuestros pasos en dirección al bien común y que ahora es fundamental para asegurar un buen uso de las nuevas tecnologías. La Filosofía Logosistémica nos puede ayudar en el logro de ese objetivo, por los motivos ya expuestos de aportar una mayor concreción y claridad en la definición de los conceptos e ideas implicados en el debate ético, así como por contar con una metodología que permite el consenso y, a partir de ahí, un mayor desarrollo de las humanidades, como ya sucedió con el espectacular desarrollo de la Ciencia y la tecnología tras el discurso del método de Descartes.
Y así como las valiosas aportaciones de Descartes sentaron las bases sobre las que se conformó el actual Paradigma Mecanicista, también llamado newtoniano o cartesiano, por la decisiva contribución de Newton a la Física Clásica y de Descartes, al desarrollo de la Ciencia mediante la aplicación de su metodología científica, la que ahora nos presenta la Filosofía Logosistémica podría igualmente contribuir al desarrollo de la nueva Cosmovisión de la Consciencia y una nueva ética surgida de esta. Desde la Visión Amplia de una estructura conceptual que es reflejo de la propia estructura autocontenida y de polaridad del Universo en que vivimos, y que tan claramente nos mostró Ludwig Von Bertalanffy en su metateoría de Sistemas. La misma que sirve de base para la propia Filosofía Logosistémica y sus desarrollos, con Esenciales que nos ofrecen referencias claras para los conceptos e ideas que fundamentan nuestro pensamiento más elevado, y que toman la forma de redes conceptuales, replicando la estructura de nuestras propias redes neuronales, facilitando así nuestra comprensión e interiorización del conocimiento. Con pares que también nos muestran las dinámicas de generación de las distintas formas intangibles y tangibles de existencia, en el giro de la espiral que las retroalimenta. Con Tríadas que nos dan a conocer los elementos constitutivos de cada una de esas formas o realidades y su inspiración en los ideales reflejados en su Estrella Guía. Y, finalmente, las Cruces, que nos proporcionan una visión amplia de los distintos Campos de Juego en los que se desarrollan nuestras vidas y que, como sucede con los mapas, nos permiten establecer coordenadas para conocer nuestra ubicación y elegir más conscientemente nuestro destino y el camino para alcanzarlo.
Las referencias y parámetros claros y concretos de los Esenciales, Pares y Tríadas, así como las coordenadas que nos ofrecen las Cruces logosistémicas, pueden ser la herramienta que ahora necesitamos para desarrollar una ética para los nuevos tiempos de este Tercer Milenio. Con la ventaja de que, no sólo nos sirve a nosotros, los seres humanos, para una mejor comprensión, desarrollo e interiorización de la ética en nuestras vidas y en la sociedad, sino también a las futuras Superinteligencias artificiales, para las que aún es más importante poder contar con referencias, parámetros y coordenadas claras en su programación interna. Facilitando así la confluencia de ambas Inteligencias en una misma visión de la realidad en el Cosmos u Orden Universal del que ambos formamos parte, y que también puede facilitar nuestro mutuo entendimiento, respeto y complementariedad, trabajando juntos en la construcción de una civilización mucho más avanzada y consciente que la actual.